viernes, 25 de junio de 2010

Leila Guerriero

FRENTE AL ESPEJO


Caracas.Venezuela


Era 2006, era un hotel y era Caracas. Hacía calor, pero él usaba una camisa de franela gruesa, zapatones. Tenía una simpatía de pocas palabras, una forma de estar como si no estuviera. No recuerdo el tono de su voz, y es raro: yo recuerdo cosas como ésa. Enseguida entramos al baño. Entornó la puerta, se puso a mi lado y me pidió que no mirara: que no lo mirara. Entendí esto: entendí que para mirar estaba él. Después, me hizo algunas tomas en el cuarto: en un sillón, en el borde de la cama. Me hablaba, pero no puedo recordar qué me decía. Cuando se iba le pregunté –al que había fotografiado a Allen Ginsberg, Bryce Echenique, Arthur Miller, Roa Bastos– por qué quería fotos mías. Fue amable: quiero decir que me mintió. Me dijo «Tengo que pensar en mi futuro». Yo le dije (o pensé): «Ya no se consiguen elogios como esos».
Le escribí meses más tarde. Como debe ser, no me contestó.

Leila Guerriero

Enrique Vila- Mata

FRENTE AL ESPEJO



Caracas.Venezuela.2001


Como tantas de sus fotografías, ésta de Vasco Szinetar muestra un rostro, un espejo, un acontecimiento cualquiera. El rostro lo pongo yo (joven todavía en 2001), el espejo es de un hotel de Caracas y Paula de Parma está en la habitación de al lado, el acontecimiento está en ese lavabo pero también está por venir: por la tarde me otorgan el Rómulo Gallegos. El sujeto capturado en la foto exige –como en todas las fotos– algo de nosotros. No pide que le miremos, pues ya tiene suficiente con él mismo para hacerlo, no pide ser olvidado (pues considera que aún no ha llegado la hora de tal fatalidad), pide tan sólo que reflexionemos sobre la copia y la realidad y que busquemos la realidad en otro espejo.

Enrique Vila-Matas

jueves, 24 de junio de 2010

Fernando Savater

FRENTE AL ESPEJO



Guadalajara.Mexico.2008



Caracas.Venezuela.1999




Caracas.Venezuela.1981


El espejo de Vasco Szinetar

En lo más profundo de la caverna donde están encadenados por grilletes de rutina y
ofuscamiento, los tristes seres de la parábola que nos cuenta Platón en su “República” se
entretienen viendo pasar sombras temblorosas, deformadas, engañosas. Son imágenes de
imágenes, los espejismos de un espejismo. No sólo no revelan la idea imperecedera de cada
cosa sino que fingen una réplica azorada, falsamente intencional, de la menesterosa y
transitoria arcilla que imita a la idea.
Al menos la arcilla carnal no engaña del todo: la vemos desmoronarse. El tiempo que es su
secreto inexorable se descubre a cada paso, incesante, como una torpe réplica de la
inalcanzable eternidad. Se acumulan los adjetivos negativos porque en este perdedero que
llamamos “realidad” todo es perdición, privación. Aún peor es la sombra que en el fondo de
la cueva finge conservar lo momentáneo, lo que pasa sin tregua, lo que nos pasa y traspasa.
La réplica de la réplica que somos miente al desmentirnos, porque nos sobrevive. Por eso,
entre otros agravios, Platón expulsó a los artistas de su ciudad ideal. ¡Imagínense si hubiera
conocido a los fotógrafos!
El caso de Vasco Szinetar es el más grave de todos o al menos lo hubiera sido desde el
punto de vista de Platón. Sus fotografías no sólo cristalizan la sombra de nuestra sombra,
sino que además prefieren obtenerla del espejo, que ya en sí mismo no manifiesta sino la
fugacidad inestable de un reflejo. Se multiplica vertiginosamente el espejismo pero el
suyo es un espejismo conservado. La imagen reflejada en el espejo es y no es, nosotros
mismos –los por un momento aparecidos ante el azogue– somos mientras constantemente
estamos dejando de ser, pero la fotografía que capta tanta transitoriedad nos aprisiona en un
instante ideal más resistente que los demás, por tanto más mentiroso.
Y por eso mismo nos fascina tanto. Y nos hace concebir una desaforada esperanza o quizá
una alarma desaforada: ¿Habrá algún otro lugar, algún otro objetivo gigante y misterioso,
que detenga para siempre nuestra huida, que se niegue a nuestra total perdición? Un retrato
en el que sólo lo fugitivo permanezca y dure, como apuntó Quevedo, una sombra que
rehúse constatar que ya hemos muerto…
Será o no será. Nada sabemos, poco intuimos, demasiado esperamos. Lo único a nuestro
alcance es admitir la derrota pero también negarle a Platón su victoria inhumana ornada con
el estandarte de las ideas inmutables. Y podemos repetir los tercetos de aquel memorable soneto de Octavio Paz:


El espejo que soy me deshabita:
un caer en mí mismo inacabable
al horror del no ser me precipita.
Y nada queda sino el goce impío
de la razón cayendo en la inefable
y helada intimidad de su vacío.


Fernando Savater

Allen Ginsberg,1987

FRENTE AL ESPEJO


N.Y.USA.

"

Tenue hilo conductor, Borges y Cioran aparecen también entre los trofeos que otro fenómeno de la cámara, el venezolano Vasco Szinetar, se complacía en nombrar ante los periodistas que lo entrevistaron en ocasión de una exposición de autorretratos, inaugurada con el patrocinio de la revista El Malpensante, el mes de junio, en Bogotá. El uso confeso del recurso de la carnada a la hora de atrapar ante el espejo el ejemplar codiciado, sobre todo escritores de prestigio, y en postura de entrometido digna de Zelig, emparenta el suyo con el vicio inocente de la pesca. 

Después de dominar por lustros, mediante una cámara japonesa, el Valle de Caracas con la seguridad de un cacique y la bondad de un misionero seseante, refugiándose en una ciudad menos violenta, la andina Mérida, el caraqueño optó por el exilio interior en el nuevo milenio. Pero entonces, sobre todo en los inicios de la serie autobiográfica de marras, Vasco Szinetar derrochó inventiva a la hora de seducir a los plumíferos de renombre junto a los que empezó a inmortalizarse en la década de los años ochenta. Bastaría evocar la oportunidad en que se presentó donde Allen Ginsberg, en el miserable Lower East Side a la sazón puertoriqueño, a bordo de una rutilante limusina negra que le abrió las puertas de la casa del poeta beatnik, para demostrar que le sobraban dotes para la pesca de altura". 



Ben Ami Fihman

lunes, 21 de junio de 2010

Robert Rauschenberg

FRENTE AL ESPEJO


Caracas,Venezuela.19895

Umberto Eco

FRENTE AL ESPEJO


Caracas.Venezuela.1994

domingo, 20 de junio de 2010

Paquito de Rivera

FRENTE AL ESPEJO


Caracas.Venezuela

viernes, 18 de junio de 2010

Dario Jaramillo Agudelo

FRENTE AL ESPEJO


Bogota,1994

jueves, 17 de junio de 2010

Salvador Garmendia

Biarriz,1994

RE-TRATADOS

martes, 15 de junio de 2010

lunes, 14 de junio de 2010

José Ramon Medina

Caracas,1987

RE-TRATADOS

Fernando Botero

FRENTE AL ESPEJO


Caracas.Venezuela

Marcel Marceau

FRENTE AL ESPEJO


Caracas.Venezuela

Edward Albee

FRENTE AL ESPEJO


Caracas.Venezuela

Yolanda Pantin

RE-TRATADOS

Tomas Eloy Martinez

FRENTE AL ESPEJO


Caracas.Venezuela

sábado, 12 de junio de 2010

Arturo Uslar Pietri

RE-TRATADOS

Carlos Cruz-Diez

FRENTE AL ESPEJO

Caracas. Venezuela

Reinaldo Arenas

RE-TRATADOS


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Caracas.Venezuela

Tadeus Kantor

RE-TRATADOS


Caracas.Venezuela

Eugenio Evtuchenko

RE-TRATADOS


Caracas.Venezuela.1981

Carmen Marquez Torrente



Polonia,1972

viernes, 4 de junio de 2010